La ruta de la seda polar china se ha convertido, de la mano de Rusia, en otro gran motivo de preocupación y enfrentamiento para los Estados Unidos en su competencia con China por el liderazgo mundial.
En los años noventa del siglo pasado, con la desaparición de la Unión Soviética y el periodo de permanente crisis económica de Rusia bajo la presidencia de Boris Yeltsin, este país abandonó todas sus bases y actividades en el Ártico. No sería hasta la segunda década del siglo XXI que una Rusia reemergente en lo político, lo económico y lo militar se decidió a volver al Polo Norte.
Pero ahora había un nuevo factor que en los años ochenta no existía: el deshielo del Ártico, especialmente en la zona adyacente a Rusia. Producto del cambio climático, esto suponía que la ruta del noreste ártica se estaba abriendo en verano y el progresivo retroceso deshielo terminaría conduciendo en unas pocas décadas a que esta ruta estuviera Leer más